Uno de los arquitectos por excelencia de este movimiento es Mies Van der Rohe, maravilloso alemán del siglo pasado quien vuelca en su arquitectura todo su "ser" germano.
Que entre otras cosas diseñó sillas, mesas, y por supuesto edificios.
Su lema era "menos es más" y "dios está en los detalles".
Para ilustrar esta última frase basta con ver la siguiente foto en dónde hace coincidir las juntas del solado con la estructura.
Esta característica de la obra de Mies en particular y de los arquitectos minimalistas en general, fue posible, no sólo al excelente diseño de cada uno de los componentes y elementos de un edificio, tampoco solamente a la selectísima mano de obra con la que contaban. Esta arquitectura fue posible gracias a la modulación, la industrialización, a la fabricación en serie de ciertos elementos y materiales de y para la construcción.
En contraposición al movimiento organicista, en el que los elementos se fabrican por única vez para cada caso, el minimalismo se nutre de la industrialización y la economía generando elementos sin precedentes, quizás esa es una característica definitoria del racionalismo al que pertenece el movimiento.
El pabellón alemán en Barcelona, diseñado por Mies, es un exponente clásico del minimalismo.
El pabellón se compone simplemente de planos verticales y horizontales.
Un plano horizontal corrido a una altura de 0.40 mts es un banco en el exterior. Un enorme plano horizontal de agua es un estanque. Un par de planos dispuestos de diferentes maneras van configurando los espacios indeterminados que no terminan de empezar y no empiezan a terminar exactamente en ninguna parte definida.
Los maravillosos colores de las placas de mármol con que están hechos los tabiques divisorios le aportan al ambiente un brillo, un rebote de luz y una calidez únicos. A su vez las piezas de mármol están dispuestas de manera tal que sus betas forman variados dibujos simétricos.
El padre de Mies tenía una cantera de piedras, se especula de ahí su generosa utilización en más de una de sus obras.
Los planos horizontales pueden ser planos de vidrio traslúcido o esmerilado según la necesidad del ambiente.
Hasta una alfombra puede determinar el sector "estar" y diferenciarlo del resto.
Otra característica de la arquitectura minimalista es que por lo general sus espacios son "indeterminados", es decir que se presentan ante el observador parcialmente y éste debe recorrer el espacio por completo para poder entenderlo y reconocerlo. Éste es un concepto de la arquitectura moderna principalmente que el minimalismo ha tomado como uno de sus estandartes más visibles.
Mies diseñó varios muebles, todos siempre con el concepto bien definido de forma y función, minimalismo, menos es más...
Hubo también diseñadores y arquitectos que experimentaron con el racionalismo y el minimalismo y no por ello sus espacios carecieron de vida, de color de texturas, luces y sombras.
Minimalismo no es sinónimo de blanco y negro. Es sinónimo de simplicidad, economía, despojado de decoración y ornamentación y todo aquello superfluo que no cumpla una función específica.
Luis Barragán, arquitecto mexicano sabía muy bien ésto. He aquí su retrato y su obra...
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